1971 Triunfo de la esperanza 26 de marzo. 18 y ejido.. vimos nacer y crecer al Frente Amplio. Algo que no se podía tolerar. Argentina, Chile con Allende. Había que podar de raiz………..El Imperio, insaciable, no permitiría la posibilidad de un mundo mejor.Pero latino América es indoblegable. La historia lo iría a demostrar.
1973
Seguramente todos los uruguayos que tenemos memoria de ese año, lo asociamos a nuestra historia personal. Sabemos de memoria la edad que teníamos sin necesidad de calcularla, qué estábamos haciendo cuando se trasmitió la noticia del golpe de estado y hasta como estaba el tiempo ese día de invierno en Montevideo. Veníamos llevando desde hacía años, la cuenta de amigos y familiares presos, de los que podían escaparse al exterior y de los que se tenían que ir, por la pérdida de sustento económico.
Ir al liceo todos lo días era riesgoso. Allanamiento en los locales de estudio, gente armada mezclada en los grupos de clase, entradas intempestivas de policías o soldados en las aulas, llevando compañeros de quince o dieciséis años presos. Gases, corridas, golpes, enfrentamiento de tanques y caballos contra la gente, jóvenes algunos casi niños. Huelga general desde el momento del golpe, fábricas y centro de estudio ocupados.
Clausura de diarios y publicaciones de protesta, censura de todo tipo, películas, programas radiales, planes de estudio, libros, eran las vivencias cotidianas.
El Popular estuvo clausurado, y cuando pudieron volver a sacarlo, a papá le asignaron la tarea de ser el redactor responsable. En ese tiempo, más que un mérito, un compromiso peligroso.
Como respuesta al famoso llamado de “a las cinco de la tarde”, los ómnibus descargaban gente de todas las edades en las paradas del centro de Montevideo. El nueve de julio de ese año, encontró a la calle18 de julio llena de gente corriendo, tratando de esquivar caballos al mando de soldados con órdenes de represión, desesperados buscando hijos, hermanos o compañeros.
Un pueblo manifestándose en contra de la dictadura militar impuesta, fue castigado nuevamente.
En El Popular irrumpieron arrasando con todo, incluso con los trabajadores del diario, que quedaron literalmente bajo las botas de los soldados, que así los llevaron y encerraron en el Cilindro Municipal, clásico estadio de básquetbol montevideano que usaron de prisión, agrandando el espacio locativo carcelario.
Me acuerdo de todo. Las visitas a través del alambrado. El gallego Aurelio ingeniándosela para entrar a verlos, simulando ser el verdulero o el encargado de llevar leña.
En ese momento, a pesar de años de despedidas y llantos, no imaginamos la magnitud de lo que ya pasaba, y lo que se estaba preparando. Se hizo la noche sin aviso. Miedo, clandestinidad, persecución dolor y muerte como nunca hubiéramos imaginado, enfrentando la dignidad de nuestra gente. Miradas cómplices, poemas y canciones, se opusieron como se pudo al terror. Resistió la carta popular, llegando a manos del pueblo, continuación clandestina del Popular, que sus periodistas seguían imprimiendo.
Destierro, destrucción cárcel y tortura, contra la unión de la resistencia y solidaridad de personas comunes que defendían el sueño de un mundo para todos. América arrasada otra vez.
Desde la noche anterior a mi casamiento en el inicio de 1976 hasta que nació mi tercer hijo en el 83, papá sufrió la cárcel, después de estar un año desaparecido, pasando de cuartel en cuartel.
Prefiero anexar documentos y testimonios, a relatar esta parte de la historia que con tantos compañeros compartió. Guardo los documentos que muestran la solidaridad en todos los idiomas.
Pero sobretodo guardo su risa, la esperanza transmitida y las palabras escritas en el corazón rasgado en un baño de cuartel: besos a todos “ánimo”.
Confío en él, y en la bandera que nos pasó, y aunque a veces nos cueste sostenerla, surgirán siempre manos que no la dejarán caer. Marina Weinberger
Este es el último relato contado por la memoria de Marina Weinberger, a la que tengo que agradecer que haya escogido el Rincón de la Memoria para compartir con todos nosotros sus recuerdos y emociones. Muchas gracias, y Feliz Noche de Reyes.
5 comentarios:
Querida Saiza he leído todos los capítulos de esta emotiva historia, y me ha parecido aleccionadora y conmovedora.
Las dictaduras son tremendas, siempre sufren los que no se someten y lo hacen hasta la muerte. Afortunadamente en Uruguay como en casi todo el cono Sur ha habido un cambio muy grande en los últimos cuarenta años. Hoy los golpes de Estado parecen haber pasado a la historia.
Besos
Salud y República
En este sur tan sufrido sabemos quizás mucho más de dictaduras que muchos pueblos (qué triste tener que reconocerlo!, pero es así)
Marina: te reitero mi agradecimiento por volcar en tus palabras todos los sentimientos encontrados que surgen del recuerdo de tu padre. Contarlos es honrar su memoria.
Gracias.
Saludos!
Hola Marina!
Los regímenes dictatoriales condenan a los perseguidores de utopías !
A los que buscan el bien común...
A los que , como dice Marcos Ana , son capaces de " compartir el pan y el hambre"amalgamando la fraternidad...
Tu narración resucita y enaltece la figura de tu padre.
Una manera de mantener viva la memoria.
Gracias!!!
Galeano , el escritor uruguayo , el "sentipensante " corrobora a través de sus obras las humillaciones y desgarros provocados durante los gobiernos sudamericanos ... alejados del respeto por los derechos humanos... condenando a la población a una agonía lastimosa , cercenando la educación , la salud y la dignidad.
Abrazos fraternales.
Gracias Saiza!
EL MUNDO
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo
subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la
vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso - reveló - Un montón de gente, un mar de
fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuego iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y
fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se
entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros
arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin
parpadear, y quien se acerca, se enciende.
ojalá podamos arder en los fuegos encendidos de galeano y defendiendo la alegría con benedetti, poetas uruguayos que acompañaron comprometidos,la lucha que permitió que el 1 de marzo mi pueblo festejara la presidencia de mujica en uruguay. De esos imprescindibles de brecht, que sufrió en las mazmorras de la dictadura, atrocidades que no hicieron apagar el fuego que ahora aljumbra la esperanza del paisito. Gracias a todos por los comentarios. Los saludo segura que abrazados los hombres y mujeres de los que habla marcos ana, seguiremos el camino de la esperanza, sin abandonar la utopía de que un mundo mejor es posible. Besos Marina
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.
(poemaa de Mario Benedetti)
Galeano y Benedetti son referentes poéticos e históricos que nos conducen a través de diversos tiempos a palpar la verdad y a enfrentar realidades que permanecen ocultas.
Son como dice Brecht : " Imprescindibles!"
Son la voz de los que no tienen voz.
Y nos impulsan a mantener viva la memoria . Son , al decir de Galeano " fuegos que encienden" ... y seguiremos defendiendo "la alegría " a pesar de las miserias y de los miserables como dice Mario .
Abrazos!!!
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